La floración de los almendros en Mallorca es uno de los acontecimientos más coloridos y esperados de la naturaleza de la isla. Cada año, a finales de enero y principios de febrero, cuando aún no se ha ido el frío invernal, la isla comienza a transformarse. Los almendros se cubren de flores blancas y rosas, creando un paisaje de increíble belleza.

Según una leyenda, el Rey de Mallorca se casó con una princesa de un país del norte que echaba de menos la nieve. El Rey ordenó plantar campos de almendros para complacer a su amada. Una mañana, la princesa salió al balcón y, atónita, todo estaba cubierto por una alfombra blanca, parecida a la nieve, pero eran almendros en flor. Una leyenda de amor y belleza.
La floración del almendro en Mallorca dura aproximadamente un mes y durante este periodo toda la isla, especialmente en las zonas centrales y en las montañas, se convierte en un pintoresco océano en flor. Los huertos de almendros situados en lugares como Valldemosa, Deia y en la parte central de la isla se hacen especialmente populares para paseos y sesiones fotográficas.

Los almendros no sólo atraen la mirada con su belleza, sino que también son importantes para la economía local. Tras la floración, los árboles producen frutos con los que se elaboran productos derivados de la almendra, como leche de almendra, pasteles de almendra y dulces.
La floración de los almendros también tiene un significado simbólico. Se asocia con la llegada de la primavera, los nuevos comienzos y el renacimiento de la naturaleza.
