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La repostería mallorquina de Semana Santa

La repostería mallorquina de Semana Santa

La repostería mallorquina de Semana Santa

La repostería de Semana Santa ocupa un lugar especial en las tradiciones locales de Mallorca y sus recetas se han transmitido de generación en generación. Hay tres tipos principales: panades, rubiols y crespells. 

Las panades son empanadas saladas rellenas de carne de cerdo, cordero o pescado y rellenas de guisantes y sobrasada. Se hornean durante la Semana Santa y se degustan en las comidas familiares.

Primero se amasa la masa, después se prepara el relleno y con los moldes se rellenan las cestas, que se cierran por arriba. Sólo queda meter las en el horno y esperar a que estén listas. 

Los rubiols son pasteles dulces semicirculares hechos de masa fina con diversos rellenos, como requesón, chocolate, cabello de ángel (pero en realidad es mermelada de calabaza). La masa se elabora con harina, mantequilla, azúcar y zumo de cítricos. Los pasteles resultan desmenuzados y muy sabrosos. 

Los crespells son galletas crujientes con forma de estrella, flor o corazón. Tradicionalmente, los crespells se elaboran con la masa sobrante de hacer rubiols. Como el proceso de preparación es bastante sencillo, la mayoría de las veces las galletas son recortadas por los niños; de este modo, la generación más joven participa en la preparación de la mesa festiva.

Estas delicias de Pascua no sólo son las favoritas de los mallorquines, sino también un proceso culinario compartido que une a las familias en vísperas de la festividad.